Medidas faltantes
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José Miguel Benavente
Hace unos días un grupo de académicos, la mayoría de ellos economistas, sugirió un conjunto de 95 propuestas para mejorar Chile. Entre los temas discutidos estaba aquel de crecimiento económico, donde se sugiere que para salir de la “trampa” de los países de ingreso medio necesitamos concentrarnos en la productividad de factores (PTF).
Existe coincidencia sobre el diagnóstico de un estancamiento de la PTF en Chile desde hace ya varios años. Eso es una buena noticia. Al menos sabemos dónde hay que poner el foco de las políticas orientadas a incrementar el crecimiento. En lo que no hay tanta coincidencia es en qué hacer para mejorarla.
El grupo propone algunas medidas de carácter macro como afinar la regla de superávit estructural y elevar la tasa de ahorro obligatorio en el sistema de pensiones. También propuestas orientadas a mejorar la institucionalidad como aquella de innovación y evaluación social de proyectos. Buscar reducir las trabas al emprendimiento, la inversión y otras medidas similares que están bien fundamentadas y para las cuales existe evidencia de que tienen un efecto -algunas de ellas vía la productividad-, sobre la tasa de crecimiento el país.
Me extrañó la omisión de dos medidas para las cuales también existe evidencia de un gran impacto. La primera, la implementación de lo que se ha denominado una nueva política industrial. Y la segunda, buscar potenciar el desarrollo de la ciencia orientada por misión, es decir aquella que por definición está llamada a resolver problemas productivos y/o sociales del país.
Por nueva política industrial no estoy pensando en aquella en que mediante aranceles se protegía a un sector esperando que se transformara en competitivo. Se refiere a sectores que tienen ventajas latentes y que por problemas de alta incertidumbre no hay incentivos privados para desarrollarlos y donde la alianza público privada es necesaria para intentarlo. Evidentemente nada garantiza que todos los escogidos sean exitosos, pero la experiencia de otros países recientemente desarrollados muestra que ésta fue la forma de lograr sofisticar su canasta exportadora y con ello crecer más.
La otra palanca utilizada fue potenciar la ciencia tanto básica y aplicada como también el emprendimiento tecnológico, cuyo objetivo central fuera la solución de problemas del entramado productivo y social del país. Para ello se necesita relevar los problemas o desafíos que se observan, algunos de ellos bastante evidentes. Contaminación en industrias de recursos naturales, especialmente la minería; seguridad pública; métodos eficientes de producción energía renovables; biotecnología en la industria alimentaria, entre otros.
Pero al igual que en el caso de la política industrial moderna, aquí tampoco las señales de precios son suficientes para dar los incentivos privados necesarios. Peor aún, no se puede hacer todo al mismo tiempo pues son aventuras caras y de largo aliento. De allí la importancia de la institucionalidad que permita estas apuestas, busque las alianzas necesarias, controle que se respeten los tiempos de maduración de estos esfuerzos y monitoreando su desarrollo.